El 2020 se ha conjurado para hacernos la vida imposible hasta el fin de sus días; eventualidades técnicas nos impiden dar los honores que Under the skin, obra sublime, se merece. Queda guardada. Pero no te la pierdas.
Al principio, fue la luz. Un punto casi indiscernible en el negro vacío, que se proyecta sobre nuestra ceguera sobre el mundo. Astros elegantes parecen alinearse para crear formas de cristal redondeadas, mientras una voz femenina aprende a hablar, balbuceando. No sabemos si algo nuevo está naciendo, aunque todo apunta que su sistema nervioso, hecho de luz, imagen y sonido, es todo un cosmos. Un cosmos que se hace lenguaje. No es extraño que ese cosmos acabe por convertirse en un ojo. Una pantalla que nos mira.
En apenas un par de minutos, Jonathan Glazer ha filmado la resurrección del cine según un nuevo paradigma. Scarlett Johansson, ese cuerpo-cine que, en Under the Skin, se mimetiza con la realidad para hacerse invisible y poder devorarla, clonarla, regurgitarla en una energía que no sabemos cómo calificar, será nuestra guía en una de las mejores películas de la década, ahora felizmente recuperada para su estreno en salas españolas después de siete años de ostracismo. Iniciación apocalíptica.
Under the Skin no solo pasará a la historia del cine de ciencia ficción por dejarnos como legado imágenes poderosas –la piscina de lava negra o la conversación de la protagonista con un acromegálico– sino también por plantearse con toda naturalidad como una revisión del mito de la femme fatale –y con él, del cuerpo de la estrella en tiempos digitales, discurso en el que abundó la propia Johansson en Her (#342) y Lucy, producidas en los alrededores del filme de Glazer– y como la historia de un cuerpo nuevo que se revela contra su condición de copia para encontrarse con su dimensión emocional, a pesar de que la pulsión sexual de los cuerpos analógicos que la rodean se lo ponen especialmente difícil.
Con el mismo estilo hipnótico del que hizo gala en la espléndida Reencarnación, y con la ayuda de la extraordinaria banda sonora de Mica Levi, Glazer atrapa la atmósfera perturbadora que ilumina a una mujer que empieza a reconocerse a sí misma en su identidad humana, como si fuera una imagen que se quiere poner en valor en un lugar tan frío e inhóspito como la sociedad contemporánea. Porque, en otro giro imprevisible de la película, el realismo social británico choca contra el relato de iniciación apocalíptico.
Sergi Sánchez, Fotogramas
Yema y boyerada
“Digna película de culto, fascinante. Puede contemplarse desde muchos prismas y nunca defrauda. O al menos siempre sugiere algo distinto. Obra hermética y bella.”, Quim Casas: El Periódico.
“Un minucioso, envolvente y magnético ejercicio de pulso cinematográfico.”, Luis Martínez: El Mundo.
“La desnudez de Johansson no compensa, todo resulta absurdo, un delirio sin gracia, una sucesión de encuentros marcianos.”, Carlos Boyero: El País.
Jueves 3 Diciembre | 20:30. Apertura de puertas 20:00. Teatro Cine Avenida | Jaraíz de la Vera. Entrada Única 5€ | Bonos de socio disponibles en taquilla.
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