Compleja y dura mirada al alma, Una gran mujer es la aclamada propuesta del mes de Filmoteca parte de su ciclo de cine lésbico, emocionalmente fascinante y formalmente audaz, una caricia y un castigo a nuestra naturaleza exhibida.
Tras el premio FIPRESCI de la crítica internacional y el GQ Rusia al mejor descubrimiento del año que supuso su ópera prima revelación, Demasiado cerca (2017), en la que Kantemir Balagov revisitó el drama de la Guerra de Chechenia, Filmoteca de Extremadura nos propone la segunda obra del joven cineasta ruso, Una gran mujer (Beanpole) un nuevo viaje al pasado, en este caso al Leningrado de las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, donde dos mujeres que anhelan ser madres se descubren atrapadas en un pozo de abatimiento y sinrazón.
Decidido a retratar un mundo abocado al colapso moral, Balagov emplea un mecanismo narrativo de efectos devastadores, según el cual cada indicio de esperanza es aplastado por la certeza de un destino aciago, desplegando una experiencia emocional única y de carácter indagatorio apoyada en imágenes traumáticas y comportamientos perturbadores, toda vez que ejerce un acto de oposición al predominante discurso histórico de la Rusia de Putin, posicionándose en contra de «un oficialismo empeñado en blanquear los horrores de la Historia».
Segundo largometraje de Balagov, Una gran mujer es una adaptación de la novela ‘La guerra no tiene rostro de mujer’, de la Nobel Svetlana Alexievich. Deslumbrante en su faceta de ejercicio de estilo, visceral y con una belleza visual atronadora, estamos ante una pieza de punzante fatalismo que, combinado con un colorismo de raigambre pictórica y unas feroces interpretaciones de las debutantes Viktoria Miroshnichenko y Vasilisa Perelygina, hacen de Una gran mujer una experiencia tan deslumbrante como devastadora.
Una vez experimentados sus extensos 130 minutos de brutalidad visual y emocional no es complicado comprender el origen de los elogios vertidos sobre ella a su paso por festivales: premiada en Cannes con la mejor dirección y elegida mejor película extranjera por la Asociación de Críticos de Los Ángeles, las alabanzas a la notable labor de Balagov le valieron también la candidatura rusa al Oscar para este trabajo no precisamente alineado en la teoría del director invisible, y que equilibra una puesta en escena y una dirección de actores redondas. Parte del terceto de piezas del Ciclo de Cine Lésbico que en abril ofrece Filmoteca junto a Entre nosotras (nuestra peli FanCineGay del año y sólida nominada para el Pijus Magníficus de la temporada con un 9 de cresta) y el magnífico docu The archivettes (oteado para el presente Año Prodigioso de los Docus), la carga dramática de Una gran mujer y la identidad despuntante de su director estuvo muy presente en las deliberaciones de la Junta de Ojeadores durante el inicio de la temporada pasada. Y si bien acabó engrosando las filas para las candidaturas de «Salvar el pienso de Ryan», al final ha sido feliz y oportunamente rescatada por la salvaguarda de nuestro patrimonio fílmico en esta nueva apuesta por el cine que hay que ver, al servicio de la inestabilidad emocional del personal plumífero. Poesía cruda para picar a discreción y, siempre, en la sala.
Miércoles 14 Abril | 20:00 horas. Apertura de puertas 19:30 horas. Teatro Cine Avenida | Jaraíz de la Vera. Entrada 3€ | Bonos de socio disponibles en taquilla.
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