Aun convencido de que Fue la mano de Dios es una obra maestra, me pregunto si su recepción no habrá estado demasiado condicionada por mostrar hechos que el propio cineasta sufrió en carne propia. Hablo del dolor, del trauma que gestó una identidad y de la herida real oculta tras el nacimiento de su mirada creativa; no de esa revisitación placentera y autoconscientemente deleitosa hasta ahora asociada a ‘la marca Sorrentino’.
Decir que estamos ante un film sobresaliente me sabe a poco, pero centrar los elogios en el supuesto mérito de una catarsis autobiográfica y en la mística del creador que expone intimidades, como leo por ahí, también me parece errar el tiro crítico.
Esto es cine sublime no porque su autor (primero) narre cómo se quedó huérfano (segundo) de modo más comedido y (tercero) con menos antojos surreales que otras veces, sino por la extrema complejidad de su peculiar fórmula episódica-impresionista, cartesiano-caótica, lírico-culterana, cuya eficacia a la hora de biopsiar toda una sociedad y varias generaciones resulta, a la postre, simplemente admirable.
Jueves 30 Diciembre | 20:30 horas. Apertura de puertas 20:00 Teatro Cine Avenida | Jaraíz de la Vera. Entrada 5€ | Bonos disponibles en taquilla.
Be the first to comment