El Gran Hotel Budapest (The Grand Budapest Hotel)
Nota que nos hace llegar el Cine Club Gallinero
Por razones impuestas, cambio de días y hora a partir de esta película, ahora las proyecciones serán los Miércoles y Jueves a las 20:30 horas. En la medida de lo posible, cuando existan copias dobladas, la versión original será los Miércoles y la versión en castellano los Jueves.
Película de esta semana
“El Gran Hotel Budapest” es un homenaje a las historias y a los que saben contarlas. Un relato que nace desde una mirada tierna y nostálgica impregnada de una profunda melancolía. Es, en última instancia, una celebración de la memoria, un limpio ejercicio de nostalgia sobre la aventura de crecer, madurar y enamorarse, como lo es su anterior “Moonrise Kingdom” (película que puso el huevo 310 de “El Gallinero”, mayo de 2013).
Es una experiencia visual pura, de un formalismo extremo, geométrico, lleno de planos estáticos y movimientos milimétricos cosidos mimo. La manera de exponer el escenario en que se desarrolla la película denota estar inspirada en las obras de Stefan Zweig, describiendo una Europa misteriosa, hermosa, con sus lujosos hoteles, sus delicadas pastelerías y aquellos trenes de vapor susceptibles de ser asaltados en cualquier momento. El cineasta crea una atmósfera que traslada al espectador al período de entreguerras en el que se produjo el ascenso al poder de los regímenes totalitarios, sumiendo al viejo continente en una etapa de oscuridad y tristeza. El colorido de la obra y una serie de escenas hilarantes desdramatizan el contexto histórico.
La música, a cargo de Alexandre Desplat (quizá el más importante compositor de cine de lo que llevamos del siglo XXI) constituye un abigarrado conjunto de temas en los que el compositor encadena un tema con otro en alocado frenesí, amalgama de sonidos centro-europeos, temas cortos, vibrantes, vertiginosos, donde la música romaní se mezcla con címbalos, balalaicas rusas y la música folclórica polaca, alemana-austríaca y rusa se fusiona con la húngara en una armonía excepcional.
Aviso: Para quienes que tienen la mala costumbre de marcharse antes del final de la película, si hoy permanecen en su asiento hasta pasado los títulos de crédito, podrán gozar de una preciosa banda sonora y de una sorpresa especial.
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