La declaración de ZEPA en cascos urbanos, clave en la estrategia de conservación de los lugares de cría del cernícalo primilla

Cernícalo - Foto de Ángel Romero

La declaración de Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA) en cascos urbanos constituye un elemento clave en la estrategia de conservación de los lugares de cría del cernícalo primilla.

Esta es una de las principales conclusiones a las que se ha llegado en el transcurso del VIII congreso internacional online sobre la conservación del cernícalo primilla, organizado por la Dirección General de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura, en el marco del proyecto LIFE-ZEPAURBAN «Gestión de ZEPA urbanas en Extremadura».

Ante la desaparición o amenaza de muchas colonias rurales de cernícalo primilla, una parte importante de la población de la especie se localiza en núcleos urbanos. En este contexto, la protección de cascos urbanos bajo la figura de Zonas de Especial Protección para las Aves, las conocidas como ZEPA urbanas (en las que Extremadura ha sido pionera), puede considerarse un elemento clave en la estrategia de conservación de los lugares de cría de la especie.

El congreso ha contado con unos 50 ponentes y cerca de 300 personas inscritas procedentes de España, Italia, Portugal, Francia, Bulgaria, Grecia, Jordania, Albania, Macedonia del Norte, Israel, Austria, Reino Unido, Pakistán y Rusia, entre otros países.

En relación con las ZEPA urbanas se ha concluido que, a la hora de hacer trabajos de restauración o mantenimiento de inmuebles, es necesario tener en cuenta la presencia del cernícalo primilla en la fase de redacción de los proyectos e integrar en éstos las medidas necesarias. La mera instalación de nidales, en ocasiones sin un diseño etológico adecuado, no da resultados positivos. Del mismo modo, los proyectos de reintroducción deben acompañarse de otras medidas que garanticen su éxito.

El resultado del último censo nacional de cernícalo primilla, con un resultado de 10.090 parejas, ha provocado preocupación entre todos los expertos participantes, que han expresado la necesidad de abordar muestreos anuales que permitan conocer la tendencia de la población.

Cinco comunidades autónomas (Castilla-La Mancha, Andalucía, Extremadura, Castilla y León y Aragón) acogen más del 90% de la población española de la especie.

Otros de los asuntos tratados en el congreso fue el de las zonas de alimentación. Éstas parecen ser constantes y mantenerse a lo largo de los años, por lo que se deben dirigir los esfuerzos de conservación a mantener los usos y aprovechamientos de estos Sistemas Agrarios de Alto Valor Natural.

A esto -se ha indicado- tiene que contribuir la Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea, que es horizontal. También deben articularse medidas para que los fondos puedan favorecer a los propietarios de superficies que estén en zonas con mayor valor ambiental y tengan por ello más responsabilidad. Y hay que buscar otras herramientas de financiación para evitar la intensificación de la agricultura y el abandono de los métodos tradicionales.

Además de los problemas relativos a la pérdida de lugares adecuados de alimentación y nidificación, se expuso que debe existir una importante incidencia de factores aún por esclarecer. Algunos pueden estar relacionados con problemas en las zonas de invernada en África, así como con la migración. Una de las variables que puede ser clave para explicar la situación de la especie es el efecto de parásitos como la malaria, que sin duda condiciona el éxito reproductor y la tasa de retorno, entre otros factores.

También se destacó que el cernícalo primilla se consolida como un recurso turístico, como ha hecho Extremadura con el producto «Urban Birding», que puede ser una herramienta de desarrollo económico y, por tanto, una medida más de conservación de la especie.